Software Libre

Antecedentes

El término "software libre" es algo que rápidamente conlleva controversia y, de hecho, empuja a muchos profesionales y usuarios a posicionarse banalmente sobre si Linux sí o si Linux no, o si Windows bueno o malo, cual si de hinchadas de futbol se tratara.

Por otro lado, la expresión "software libre" engloba muchos aspectos y por tanto formas de interpretarla diferentemente. Existe desde la vertiente moral que ve al software libre como una filosofía de vida que ha de extrapolarse a todos los ámbitos del conocimiento y la creación humanas; a aquella del que le imprime una vertiente política progresista, o liberal, o nacionalista, o incluso ultra conservadora (que de todo hay); o la del que simplemente le caen bien sus frecuentes y simpáticas mascotas; y finalmente está su faceta puramente empresarial y mercantilista mantenida por grandes multinacionales como IBM, Sun, HP, SAP, Apple o Novell, visión esta última, cercana a la tendencia "open source" (código abierto en inglés).

En VIRTUA, sin embargo, en lo referente al software libre somos muy pragmáticos y nada dogmáticos: simplemente es algo tecnológicamente muy útil, luego lo usamos... (y bastante.)

Software libre como tecnología

Si hojeamos la lista de las 500 mayores supercomputadoras del mundo, comprobaremos que, a junio del 2006, casi el 75% de ellas son manejadas por Linux, que más del 80% usan sistemas operativos libres, y que, si contamos a Linux como un sabor más de UNIX, tenemos que 498 de las 500 son UNIX (estándar POSIX) y sólo 2 son Windows.

Teniendo en cuenta que el modelo de negocio de VIRTUA consiste en abaratar y trasladar las técnicas de supercomputación que se usan en esos gigantes, a los PCs y servidores de uso común en cualquier empresa, entenderemos que para nosotros tenga poco sentido plantearnos la disyuntiva de si software libre o si software cerrado. Sinceramente, tenemos poco donde elegir, porque en este ranking el software libre y UNIX son los emperadores en justicia y sin paliativo alguno.

Pero mucho más teniendo en cuenta que la razón de esta tremenda desproporción estadística entre ambos tipos de software se debe simplemente a virtudes/carencias tecnológicas. Probablemente nadie en este mundo se plantaría qué tipo de software escoger para un proyecto de implantación de un carísimo y complejísimo supercomputador, simplemente por razones filosóficas o de mascotas. En estas decisiones de alto nivel imperan severísimas evaluaciones técnicas y económicas. Y como se ha visto, las conclusiones de esas severas decisiones hablan por sí mismas.

Obviamente eso no quita que integremos esas tecnologías e interoperemos con clientes Windows y MacOS X. De hecho ahí está parte de nuestro éxito.

Herramientas libres

La superioridad técnica en software generalmente se expresa con nombres de herramientas y técnicas concretas, así como los parámetros de funcionalidad, fiabilidad, seguridad y robustez cuantificables de las mismas. Es por ello que en VIRTUA adoptamos (y adaptamos) herramientas libres que nos aportan precisamente la base de muchas de las soluciones que proveemos: virtualización, computación paralela, grid, clusterización, alta disponibilidad, escritorios remotos, almacenamiento masivo, etc.

En resumen, nuestra misión principal no es fabricar ladrillos, sino coger los mejores ladrillos del mercado y construir con ellos las mejores casas, bazares y hasta catedrales.

VIRTUA y el software libre

Existe un vínculo común a toda la plantilla de ingenieros de VIRTUA: su dilatada experiencia en UNIX, en software libre, en sistemas operativos y redes, y en programación en general. Todos ellos llevan trabajando con entornos UNIX/Linux desde como mínimo principios de los noventa. Esto implica la garantía de que VIRTUA, pese a ser una empresa relativamente joven, en realidad ha estado de pleno inmersa, por medio de su personal, en toda la gestación y desarrollo de las principales tecnologías informáticas al uso. Y no sólo eso, de hecho tenemos el orgullo de haber contribuido a crear una parte de esa innovación... y a parte de la que resta por venir...

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